Es difícil pensar como el uso de un aparato tecnológico puede ayudar en la responsabilidad social. Y no solo un aparato tecnológico, sino todo lo que lo compone, todas las posibilidades que encontramos a nuestro alcance. Pero si nos ponemos a analizar de que manera esto puede ayudar a la responsabilidad social, tal vez nos pasemos muchas horas tratando de deducir las distintas alternativas, los distintos usos, y después, veríamos que no solo puede ser usado para esto, sino también, para hacer un mal uso de la información, y actuar de una forma que afecte a la sociedad, actuando de forma irresponsable.
La tecnología abre muchas puertas, pero una de las mas importantes, es la comunicación, es un medio de información que esta al alcance de quien desee ver este contenido, es un medio masivo de comunicación a un nivel mundial, que rompe todas las barreras que alguna vez pudieron aplicarse a los medios.
Pero, quien controla esto?
Es algo tan grande que se hace imposible poder moderar todo el contenido, y esto a su vez se convierte en una herramienta para dar a conocer hechos de interés, pero, ¿interes para quien?, para todo aquel que desee informarse sobre este tema.
Esto tiene un lado bueno, todo el conocimiento esta accesible, pero también tiene algo malo, el conocimiento entregado puede estar equivocado, o cambiado de tal forma que podemos causar cambios en la manera de pensar en las personas, lo que puede favorecer a la toma de decisiones.
Pero como nada de esto es controlable, podríamos pensar, ¿y que creer?, ¿que aprender?, ¿sera verdad?, el mal uso de la tecnología tiene solo ciertas moderaciones, pero finalmente queda todo a la ética personal, y con esto, no tenemos un conocimiento real.
Si usáramos de tecnología de forma responsable, y aplicado a la responsabilidad social, podríamos no solo decir la verdad, sino que también ser una ayuda a la comunidad, ampliando el conocimiento y haciendo de esta una comunidad mas social.